viernes, 18 de junio de 2010

Chopin: "Vals del minuto", opus 64 No1



La niña del cuadro es la condesa polaca Delfina Potocka, a la edad de 23 años. Respondía a ese nombre inelegante por la sencilla razón de que cinco años atrás se había convertido en la esposa del conde Potocki. De soltera no se llamaba así pero al casarse con el conde se ganó el apellido y devino condesa. Una cosa por la otra.
La Potocka no fue nada feliz en su matrimonio y después de divorciarse del conde en 1830, se dedicó a recorrer el mundo, es decir, primero paseó por toda Europa, después vivió un tiempo en Londres y finalmente se radicó en París.

De naturaleza sensible, Delfina acostumbraba recibir en sus salones a diversos artistas de la época: músicos, poetas, pintores, novelistas. Allí se reencontró con Frédéric Chopin en 1831, justo cuando Frédéric no vislumbraba otra opción que ganarse la vida dando lecciones de piano. Y la tomó como alumna. Se rumorea que hubo algo más que eso, pero parece ser falso. Un año antes, Chopin había contado a un amigo que asistió a una cena "en casa de la bonita esposa" del conde Potocki... Pero de ahí no pasó.

No obstante, a lo largo de muchos años, desde el lugar donde se encontraran, se enviaron cartas. En ellas Chopin le anunciaba, si era la ocasión, que tal o cual pieza le había sido dedicada. En 1847, la homenajeó con una más de sus composiciones, un pequeño vals.
Delfina, como alumna de Frédéric, había mostrado ser una estudiante aplicada, así que haríamos bien en suponer que debía poder interpretar el vals a la velocidad dispuesta por su maestro: molto vivace, es decir, muy vivo o, muy animado.
El pequeño vals se popularizó y llegó a tener nombre propio: "Vals del minuto" se le llamó, por su corta duración.

La versión es de la pianista ucraniana Valentina Lisitsa, bastante vivace pero impecable.


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