martes, 27 de junio de 2017

Liszt: Les jeux d'eaux à la Villa d'Este


Années de Pèlerinage
"Las Fuentes de la Villa de Este", pieza para piano solo de Franz Liszt, forma parte del tercer volumen de la trilogía Années de Pèlerinage. A diferencia de los dos volúmenes anteriores (Primer año: SuizaSegundo año: Italia) el título de este último no hace mención a localidad alguna. Subtitulado simplemente Tercer Año, lo conforman siete piezas de diversas épocas, la más tardía, de 1877. Fue publicado en 1883, casi treinta años después del segundo volumen, y solo tres antes de la muerte del maestro.


Les jeaux d'eaux à la Villa d'Este
Si en el segundo volumen Liszt había tomado inspiración de la literatura y pintura de Italia y no de soberbios panoramas de su campiña, en el tercer volumen tres de sus piezas celebrarán la inconfundible belleza de la Villa de Este, la residencia de verano de su amigo el Cardenal Hohenlohe, donde el maestro, apartado ya de los misterios gozosos de los escenarios y ungido abate en la orden franciscana, pasó varias temporadas en la década de 1870. Las fuentes de agua de la villa recibirán su homenaje en la cuarta pieza del volumen: Les jeaux d'eaux à la Villa d'Este, con título en francés, como era lo habitual para una pieza de carácter.

"Impresionismo" lisztiano
Según los estudiosos, es ésta la primera pieza "impresionista" de la historia de la música. Anticipa así los futuros trabajos de Debussy, o Ravel, especialmente aquellos inspirados en el motivo de agua que fluye, emana, o que provoca reflejos. Buena muestra de ello serán Jeux d'eau de Ravel, de 1901, o Reflets dans l'eau, del álbum Images, de Debussy, de 1905. Liszt los ha precedido. Va a la cabeza de la historia como el primer compositor que desde el piano evocará el sonido de gotas de agua que caen en cascadas, o corrientes que se precipitan, rociando y salpicando el entorno.

Tarea nada fácil. La pieza, de solo nueve minutos de duración, exige del intérprete una buena cuota de virtuosismo que el maestro chileno Claudio Arrau aplica aquí con brillante soltura.


Amigo visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, o lo recomiendas en Google con un cómodo clic

2 comentarios :

  1. Liszt es maravilloso, y en las manos benditas de Claudio Arrau es simplemente divino. Gracias a Dios por haber creado la Música.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Dryiver: Muchas gracias por tu entusiasta comentario. Saludos.

    ResponderEliminar

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.