lunes, 24 de febrero de 2014

Lepo Sumera: "Pieza del año 1981"



A fines de la década de los 80, el compositor contemporáneo de origen estonio Lepo Sumera se sintió fuertemente atraído por la música electroacústica y, seducido por el género, decidió fundar en 1995 el Studio de música electrónica al interior de la Academia de Música estoniana, cuyo cargo de director ejerció hasta 1999.
Uno de sus trabajos más conocidos en este género es el trabajo multimedia Heart Affairs, de ese mismo año, que hacía uso de los sonidos de un corazón humano tratados electrónicamente y cuya performance iba acompañada de imágenes de ecocardiogramas, algunos de su propio corazón que al parecer nunca funcionó del todo bien, pues Sumera falleció al año siguiente, precisamente a raíz de una falla cardiaca.

La obra
Lepo Sumera (1950 - 2000)
Nacido en la ciudad estonia de Tallin en 1950, Sumera saltó a la escena pública en 1972 con su obra In Memoriam, un tributo orquestal a su maestro y compatriota Heino Eller. Luego de realizar estudios de posgrado en el Conservatorio de Moscú, completó la composición de seis sinfonías, tres conciertos y numerosas obras vocales y de cámara, que han sido interpretadas por numerosas orquestas de Norteamérica y Europa, así como de Australia y Cuba.

El compromiso
Sumera es uno de los escasos músicos que han sumado a su actividad creativa la preocupación y el compromiso militante con la sociedad en que viven. Durante los años de independencia de Estonia de la fenecida Unión Soviética, el compositor participó activamente, aunque con la mayor diplomacia, en la así llamada "Revolución Cantante", mientras se desempeñaba como Ministro de Cultura de su país.

"Pieza del año 1981"
Si bien la orquesta moderna fue su medio preferido para la expresión, durante el año 1981 compuso dos piezas cruciales para piano solo, que tituló sencillamente Two pieces from the year 1981. La primera de ellas, más sencillamente aún, lleva por nombre The piece from the year 1981.
La minimalista pieza entreteje una sencilla melodía que va siendo enriquecida gradualmente sobre el acompañamiento de un bajo tan ostinato como hipnótico. En alta estima tenía este trabajo Sumera pues lo utilizará como base de su Primera Sinfonía, del mismo año.

La versión es de la pianista estonia, Kadri-Ann Sumera, hija del compositor.


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